lLa visita de Benedicto XVI a los Estados Unidos es quizás una de las visitas papales con más aspectos político-ideológicos que religiosos del último tiempo. No sólo por los escándalos que envuelven a sacerdotes, y la cercanía de las elecciones en dicha nación, sin también por la clara promoción de un discurso religioso anti-secular y etnocéntrico común, al mismo tiempo que se crítica el fundamentalismo en Medio Oriente.
Apenas el Papa piso suelo estadounidense, George W. Bush declaró sin ningún resquemor, que entre él y Benedicto XVI existe la misma idea con respecto una política inspirada en valores.
Pero ¿Qué tipo de política inspirada en valores? Más aún ¿Qué valores comunes son esos?
Es claro que la referencia a una política inspirada en valores, hace alusión a una idea no secular del Estado y una concepción religiosa etnocéntrica, muy arraigada en el discurso del actual presidente estadounidense.
Es decir, George y Benedicto comparten un discurso anti-secular de la Política, y además una visión etnocéntrica de la religión a nivel mundial.
De esa base discursiva se desprende muchos de los preceptos desarrollados por la administración Bush, en cuanto al Derecho Internacional, la Guerra al Terrorismo, hasta las políticas de seguridad, medioambientales, de inmigración y de ayuda internacional.
Por esa misma idea no secular del Estado, la mayor parte de la ayuda que Washington entregó en el último tiempo a otros países para la lucha contra el SIDA, dependía de que la promoción de la abstención, sin permitir el uso de fondos para la compra de condones.
Por lo mismo, la visita del Papa a USA, a sólo meses de las próximas elecciones en los Estados Unidos, se ha convertido en una jugada política de proporciones, considerando que los dos precandidatos demócratas con más posibilidades de vencer en éstas, Barack Obama y Hillary Clinton, están a favor del aborto.
Lo anterior, sobre todo considerando que Ratinzger, siendo obispo, dijo que los políticos a favor de leyes pro aborto o pro eutanasia, no deberían recibir la comunión.
Sin embargo, ese discurso no secular y etnocéntrico, que también se autodenomina en muchos casos provida o conservador, en muchos casos, presenta claros indicios de contradicción y dualidad, en torno a diversos temas, como la libertad religiosa, personal, la vida y los derechos.
La dualidad del discurso anti-secular y etnocéntrico-religioso, es apreciable en dos dimensiones principalmente: en cuanto a la protección de la vida y en cuanto a la libertad religiosa.
En cuanto a la protección de la vida, el discurso se centra esencialmente en aspectos relacionados con los que Freud llamaría el patrimonio lujurioso de los sujetos, la sexualidad. Es a partir de esto, que desarrolla sus modos de control. En ningún caso, se centra en la protección de la vida de refugiados, prisioneros y víctimas de guerra, secuestrados, etc.
En cuanto a la libertad religiosa, el discurso anti-secular y etnocéntrico-religioso en forma coherente a su etnocentrismo, apela constantemente a la protección contra el secularismo occidental y las mayorías religiosas, pero sólo en cuanto a su caso particular, pues simultáneamente promueve la secularización en diversos otros lugares, con el propósito de descomponer y en definitiva eliminar cualquier otro discurso religioso-ideológico que le haga contrapeso.
Es decir, a través de un discurso contra las mayorías religiosas, pretende posicionarse como la única mayoría religiosa, capaz de discriminara a los sectores minoritarios, y también de incidir en la Política.
Apenas el Papa piso suelo estadounidense, George W. Bush declaró sin ningún resquemor, que entre él y Benedicto XVI existe la misma idea con respecto una política inspirada en valores.
Pero ¿Qué tipo de política inspirada en valores? Más aún ¿Qué valores comunes son esos?
Es claro que la referencia a una política inspirada en valores, hace alusión a una idea no secular del Estado y una concepción religiosa etnocéntrica, muy arraigada en el discurso del actual presidente estadounidense.
Es decir, George y Benedicto comparten un discurso anti-secular de la Política, y además una visión etnocéntrica de la religión a nivel mundial.
De esa base discursiva se desprende muchos de los preceptos desarrollados por la administración Bush, en cuanto al Derecho Internacional, la Guerra al Terrorismo, hasta las políticas de seguridad, medioambientales, de inmigración y de ayuda internacional.
Por esa misma idea no secular del Estado, la mayor parte de la ayuda que Washington entregó en el último tiempo a otros países para la lucha contra el SIDA, dependía de que la promoción de la abstención, sin permitir el uso de fondos para la compra de condones.
Por lo mismo, la visita del Papa a USA, a sólo meses de las próximas elecciones en los Estados Unidos, se ha convertido en una jugada política de proporciones, considerando que los dos precandidatos demócratas con más posibilidades de vencer en éstas, Barack Obama y Hillary Clinton, están a favor del aborto.
Lo anterior, sobre todo considerando que Ratinzger, siendo obispo, dijo que los políticos a favor de leyes pro aborto o pro eutanasia, no deberían recibir la comunión.
Sin embargo, ese discurso no secular y etnocéntrico, que también se autodenomina en muchos casos provida o conservador, en muchos casos, presenta claros indicios de contradicción y dualidad, en torno a diversos temas, como la libertad religiosa, personal, la vida y los derechos.
La dualidad del discurso anti-secular y etnocéntrico-religioso, es apreciable en dos dimensiones principalmente: en cuanto a la protección de la vida y en cuanto a la libertad religiosa.
En cuanto a la protección de la vida, el discurso se centra esencialmente en aspectos relacionados con los que Freud llamaría el patrimonio lujurioso de los sujetos, la sexualidad. Es a partir de esto, que desarrolla sus modos de control. En ningún caso, se centra en la protección de la vida de refugiados, prisioneros y víctimas de guerra, secuestrados, etc.
En cuanto a la libertad religiosa, el discurso anti-secular y etnocéntrico-religioso en forma coherente a su etnocentrismo, apela constantemente a la protección contra el secularismo occidental y las mayorías religiosas, pero sólo en cuanto a su caso particular, pues simultáneamente promueve la secularización en diversos otros lugares, con el propósito de descomponer y en definitiva eliminar cualquier otro discurso religioso-ideológico que le haga contrapeso.
Es decir, a través de un discurso contra las mayorías religiosas, pretende posicionarse como la única mayoría religiosa, capaz de discriminara a los sectores minoritarios, y también de incidir en la Política.
1 comentario:
En otro blog español supe que el Papa está aliado con el Rey Abdula para combatir la seculurización. Como ha dicho ese bloguero español, es como revivir la Santa Alianza.
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