martes, 1 de abril de 2008

Los verdaderos Liberales son como los Grunges

La postura grunge, contrariamente a la idea habitual con que se relaciona el movimiento –de simple inconformismo y nihilismo reflejado en sus letras de apatía y desencanto- tiene una fuerte impronta comunitarista, cercana a lo que podría considerarse una izquierda liberal.

El origen de algunos de sus exponentes, provenientes de las clases medias bajas trabajadoras de los Estados Unidos, los posicionó como opuestos y contrarios al discurso del American Dream, que se pretendía difundir a través del cine, la televisión y la música, con imágenes de suburbios atestados de adolescentes al estilo del video Baby, One more time de Britney Spears.

El carácter contestatario y descontento de su música, originado a partir de las reminiscencias del hardrock, el folk y sobre todo el punk, se plantea con una fuerte crítica social, que aborda en forma global la problemática de una sociedad que parece cada vez más desigual, estratificada, segregada, clasista, en exceso individualista, y a la vez pacata, a la que consideran alienada.

Lo esencial del Grunge, es que como contracultura, se plantea con una postura que considera que la libertad del sujeto no puede ser ejercida realmente, si existe la coerción psicológica, política, racial, económica o religiosa.

La idea central es que la libertad individual se compone de dos dimensiones; una física y material, y otra psicológica y metafísica, que operan en conjunto y no separadamente como elementos constitutivos de la verdadera libertad.

El mismo nombre Nirvana simboliza está visión, donde ante el dominio del mundo material, el único refugio parece ser el mundo metafísico a través de la libertad espiritual. Pero también simboliza la libertad religiosa, no sólo en cuanto a creer, sino también en relación a doctrina, donde el Budismo es quizás la más liberal de las religiones.

De esto se desprende el discurso anti clasista y anti homofóbico que primaba en Nirvana.

La misma idea parece primar en el concepto de Alice in Chains, aunque en un sentido pesimista, donde una clara alusión a Alicia en el país de las Maravillas, muestra la existencia entre un mundo de ensueños y una realidad algo más ingrata, que mediados por las drogas, terminan convirtiendo a algunos en esclavos físicos y espirituales.

Si bien el nivel introspectivo de la paradoja libertad-esclavitud parece primar en algunos grupos, como los casos de Alice in Chains y Nirvana, haciendo que parezcan bandas sin discurso político y cuya opción es más bien alienarse, éste no es hegemónico como podemos ver al considerar otras bandas como Pearl Jam o Soundgarden.

Ambas agrupaciones han estado frecuentemente involucradas en campañas a favor de la libertad de expresión, la sociedad civil, la profundización de la democracia, y en contra del abuso empresarial o corporativo y las políticas del gobierno en diversos ámbitos como el ambiental, el político, el internacional.

En este sentido, la banda que mejor refleja la postura Liberal Comunitaria es la que lidera Eddie Vedder, la cual no sólo logra armonizar ambos aspectos de la libertad –material y espiritual- sino que los sintetiza a través de sus canciones, en un claro discurso político, ambientalista, antirracista, anticonsumista, democrático y social.

Pearl Jam constante y simultáneamente nos habla de libertad espiritual y material, y como la sociedad actual opera en desmedro de una o de la otra, donde por ejemplo, el mendigo de Even Flow, que prisionero de sus condiciones materiales debe usar la vereda como almohada, pronto será libre al morir congelado.

O el caso de Jeremy, en su mundo material saturado pero a la vez vacío es prisionero de las estructuras familiares falsas y desechas, y en su mundo interno trata de ser libre en sus colinas donde es el rey. La falta de equilibrio termina por acabar con el muchacho. Es la misma crítica que posteriormente hace Moore en Bowling for Columbine.

Actualmente el discurso Liberal Comunitario de Pearl Jam es más claro aún y cada vez va más allá de sus canciones. Lo que se inició en una batalla contra el monopolio de las ventas de entradas, derivó en una cruzada contra los monopolios empresariales en general, la guerra y actualmente los tiene enfrascados en una campaña contra la ley -propuesta por las grandes empresas estadounidenses- que busca poner fina a la net neutrality, que es la que garantiza que todos los contenidos de Internet tengan el mismo tratamiento.

La propuesta quiere establecer un sistema de pagos donde se tasen los sitios para determinar su presencia y velocidad on line, lo que iría en desmedro de los sitios pequeños creados por ciudadanos, pero sobre todo en contra de la libertad de expresión.

1 comentario:

Marta Salazar dijo...

muy interesante Jorge!

aunque un poco de American dream en estas tierras europeas -tú que has vivido por acá, lo sabrás mejor que yo- no nos vendría nada de mal,

entre paréntesis y a propósito de lo que dices del cine, me di cuenta hace algún tiempo que muchas de las películas que a mí me gustan no les gustan a los alemanes, y son precisamente las de las personas que luchan por salir adelante por sus propios méritos (y no por haber aplastado las cabezas de los demás), lo atribuyo a la total carencia de mentalidad liberal por estas latitudes.

Un abrazo fuerte y gracias x este excelente artículo!