viernes, 21 de agosto de 2009

El fin de la virtud

El episodio entre representantes de dos poderes del Estado sólo muestra que la virtud (el arete), aquello que tanto valoraban los griegos, está desaparecida.

Para Aristóteles, el político, según su apetito recto, relacionado con las virtudes humanas, desarrolla la virtud en el aspecto práctico, pues conoce para obrar bien. Ese es su fin último, el bien común de la polis, por tanto ejerce su poder en forma racional sobre la polis.

“Poder se dice también de la facultad de hacer bien alguna cosa o de hacerla en virtud de su voluntad” (Aristóteles, 2000: 149).

La política debe ser conocida por quienes practican apetitos rectos, deben tener ética, que es parte de la filosofía práctica, junto a la política y la economía.

Según Aristóteles quien legisla y gobierna debe volcar su virtud, su conocimiento hacía la praxis, para ser un buen ciudadano y generar el bien común. Por eso el ideal de gobierno de Aristóteles es la aristocracia o el gobierno de los virtuosos.

Por lo mismo, Aristóteles justifica el poder ejercido por los aristócratas políticos, quienes serían los más virtuosos de la polis y los únicos capaces de obrar según la virtud, el bien obrar, y las virtudes máximas, la templanza, la fortaleza, la justicia y la prudencia.

Pero ¿Se cumplen hoy día esas premisas? Al parecer no. Los hechos lo demuestran claramente.

La guerra de papeles entre el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma y el diputado Arenas en plena sesión del Congreso donde se interpelaba al representante del Ejecutivo por la situación en la Araucanía, son sólo otro ejemplo de este claro debilitamiento y la degradación de la “aristocracia”.

Pero esta semana hemos tenido otras dos muestras de que el arete (la virtud) se perdió en gran medida con: las declaraciones de Evelyn Matthei en cuanto al mal uso de asignaciones parlamentarias; y el uso de vehículos fiscales para un acto de campaña de Eduardo Frei.

Así, y como diciendo, si todos lo hacen es normal y correcto, sin ningún tipo de vergüenza –y más bien como una justificación- Evelyn Matthei declaró que lo que se le acusa a la diputada Claudia Nogueira (UDI) –mal uso de recursos públicos y asignaciones parlamentarias- es una práctica generalizada, que es común a todos los diputados, y que es un "pecado colectivo" pues todos lo hacen.

Planteó que existían dos opciones: o un desfile de diputados en tribunales o un arreglo político (el uso de un resquicio para hacer que la falta no sea tal, tal como se hizo con el caso sobresueldos el 2003).

Claramente la primera medida es la más democrática, pues permite que funcionen los checks and balance (que el poder tenga contrapesos). La segunda, es claramente una medida elitista, donde la clase política protege sus intereses y no los de los ciudadanos.

Como es lógico y no por eso ético, la senadora prefiere la segunda solución.
Como la virtud no es de exclusividad de una clase, ideología, credo, raza o grupo social, la perdida del arete que valoraba Aristóteles, parece ser transversal en nuestro escenario político actual.

Por eso, la ministra de Cultura, Paulina Urrutia; de Trabajo, Claudia Serrano y a la subsecretaria de Minería, Verónica Barahona, no tuvieron problemas en utilizar vehículos oficiales para asistir a una actividad de campaña de Eduardo Frei, aún cuando una orden del propio Ejecutivo, o sea de la Presidenta, impedía tal uso.

Sin embargo, y en la misma lógica de Matthei, en cuanto a que si todos lo hacen es normal y correcto, el ministro Viera-Gallo –quién además usa balizas aunque es ilegal- en apoyo a las ministras, dijo que él también usa el vehículo para actividades no propias del cargo.

En ambos casos, el mal uso de los recursos públicos, obtenidos a través de los impuestos que los ciudadanos comunes y corrientes pagan, son utilizados por las elites en pro de sus propios intereses, y peor aún esos malos usos son justificados en nombre del bien común a través de subterfugios.

Por eso, la guerra de papeles entre representantes de dos poderes del Estado en pleno Congreso y a vista y paciencia de todos, sólo muestra que la virtud (el arete), al que apelaba el gran Filósofo griego, está desaparecida casi en su totalidad en la propia “aristocracia” chilena, que más parece degradada.

Y todos ya sabemos que cuando la Aristocracia se pervierte, se convierte en Oligarquía.

-Aristóteles. (2000) La Metafísica. Colección Austral, Madrid.

4 comentarios:

mdgrkb dijo...

Hola, Jorge.

Qué bueno que te has referido al tema de la virtud, ya sabes cuanto lo valoro.

Creo que hay un problema de fondo en el modelo de funciones políticas. Por ejemplo, hay normas que buscan prevenir que alguien intervenga en política para favorecerse a sí mismo o a un sector. En esa línea está la definición de carrera política, de político profesional, aquella persona que dedica su tiempo completo a la política y recibe una remuneración por ese trabajo. Sin embargo, creo que con esta medida se introduce un factor que es noscivo respecto de la virtud, porque esa persona que ha logrado llegar a un cargo público, cargos comúnmente indispensables, corre el riesgo de sentir que de alguna forma tiene el puesto asegurado, y entonces ya no se guiará por el bien público, sino que en lugar de ello dirigirá sus esfuerzos hacia el objetivo de mantener su cargo, mantener su remuneración, y como se dice comúnmente: apernarse en el cargo. De esta forma creo que la medida que originalmente buscaba prevenir la parcialidad del político respecto un grupo ya sea económico, ideológico u otro, se transforma finalmente en un desincentivo del actuar virtuoso de la persona.

Vemos claramente que sólo cuando ese cargo, ya sea en el parlamento u otro cargo público, se ve amenazado por una elección, sólo entonces los políticos se abocan, aparentemente y con impensada vitalidad, a atender los intereses públicos, mientras que el resto del tiempo, pasadas las elecciones, se pueden dar hasta el lujo de protagonizar vergonzosas operetas financiadas, por supuesto, y contra su voluntad e intereses, por toda la sociedad.

Creo que asegurarle a cualquier persona un trabajo, un ingreso, genera inevitablemente que esa persona deje de estar alerta, reduzca su agilidad y su diligencia; y en cambio se anquilosa en el cargo que ya tiene asegurado, salvo que incurra en acciones altísimamente reprochables, hasta la próxima elección. Y sólo altísimamente reprochables deben ser las acciones que cometa como para correr el riesgo de perder ese cargo; pues vemos que sin mayor autocrítica pasan de largo votaciones como poner un límite a la cantidad de años en que los parlamentarios pueden ser reelegidos en sus cargos, quizá la mayor de las parcialidades. No sólo no se logró eliminar el riesgo de que favorezcan a determinados grupos económicos, ideológicos, etc.; sino que se creó el vicio institucional de favorecerse a sí mismos como políticos (inútiles) en lugar de favorecer a la sociedad.

Creo que la virtud se demuestra cuando la persona no tiene asegurado el pan, sino que tiene que ganárselo cada día. Creo entonces que, aunque utópico, una de las medidas más contundentes con que los políticos podrían eventualmente volver a tener el respeto de la sociedad, es precisamente restringiendo su pan, o sea reduciendo dietas, seguros de vida, pasajes aéreos y todos los beneficios con que el común de las personas que trabajamos por un sueldo no contamos, y poniendo límite a la reelección.

La virtud es tal cuando persiste en circunstancias adversas, cuando es necesario esfuerzo y sacrificio para hacer lo que es moralmente correcto y no necesariamente conveniente para uno. Para ser un verdadero político se tiene que demostrar con hechos la vocación de servicio público y no de autoservicio.

Javier Bazán Aguirre dijo...

Muy bueno.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

MDGRKB: Exacto, el problema es que esa "vocación de servicio" no la tienen nuestros políticos, la tienen los bomberos en términos reales.

Javier: gracias.

Saludos

mdgrkb dijo...

Hola, Jorge.

Navegando por la red, me encontré con unos postcads de Larry Lessig sobre corrupción. Aquí está el link (tienes que tener instalado iTunes)

http://itunes.apple.com/WebObjects/MZStore.woa/wa/viewPodcast?id=272091509

Me pareció interesante.

Saludos