La prensa chilena -sobre todo la televisiva- ha demostrado su carácter de instrumento hegemónico: la muerte del rey del Pop ha sido el nuevo sedante informativo.
Se supone que las funciones de la prensa son informar, educar y entretener. No sólo eso, se supone que un régimen de prensa libre (a diferencia de uno monopolizado) las personas se pueden informar desde distintas fuentes acerca de distintos temas. Es decir, no hay monopolio en cuanto al emisor ni tampoco en cuanto a los contenidos. Eso al menos en teoría.
Sin embargo, este fin de semana largo, en Chile, la prensa nacional, sobre todo la TV, ha demostrado que tiene una clara tendencia al monopolio en cuanto a los contenidos informativos que se emiten (todo los canales se copian), lo que en definitiva termina por desinformar a los ciudadanos.
Como si no existieran otros hechos importantes, todos los canales y programas (incluidos improvisados shows especiales) han dedicado largos espacios de sus noticieros para hablar de la muerte de Michael Jackson. Incluso programas, por cuyo perfil editorial no deberían, lo ha hecho. De otros hechos, nada.
La prensa, sobre todo la televisión (que es el medio por el cual se informa la mayor parte de la población) se ha encargado de bombardear y monopolizar el contenido de la información mediante una redundancia exagerada acerca de la muerte del ídolo pop, generando entropía y ruido.
¿Sabrá la gente qué es lo que pasa con el precio de los combustibles, el desempleo, los procesos a parlamentarios por irregularidades? ¿Sabrá que ocurrió un golpe de Estado en Honduras?
Más allá de las posiciones políticas, las opiniones que se tengan, y las causas y trasfondos del golpe en Honduras, lo cierto es que los chilenos “en general” ni se han enterado y parece que “no les interesa” saber qué ocurre en dicho país.
Algunos dirán que es por la distancia, o porque se trata de un “país bananero” y nosotros somos los “ingleses de América”, etc. Otros incluso, probablemente dirán que el golpe se justifica, que es una medida necesaria, etc. Otros dirán que la muerte de Michael Jackson es mucho más importante, etc.
Lo concreto y probable es que la mayoría sí sabe que Michael Jackson murió y todos conocen los entretelones del hecho. La prensa no ha dejado espacios para no saberlo.
Y en eso no hay nada malo. Algunos probablemente eran más fanáticos que otros y es válido que todos quieran saber qué pasó con su ídolo o el cantante que escucharon de niños.
El problema radica en que la prensa –una vez más- ha logrado reducir los espacios de realidad y necesidad de los sujetos en términos informativos. Una vez más también ha logrado determinar qué es importante y qué no para los ciudadanos.
Se supone que las funciones de la prensa son informar, educar y entretener. No sólo eso, se supone que un régimen de prensa libre (a diferencia de uno monopolizado) las personas se pueden informar desde distintas fuentes acerca de distintos temas. Es decir, no hay monopolio en cuanto al emisor ni tampoco en cuanto a los contenidos. Eso al menos en teoría.
Sin embargo, este fin de semana largo, en Chile, la prensa nacional, sobre todo la TV, ha demostrado que tiene una clara tendencia al monopolio en cuanto a los contenidos informativos que se emiten (todo los canales se copian), lo que en definitiva termina por desinformar a los ciudadanos.
Como si no existieran otros hechos importantes, todos los canales y programas (incluidos improvisados shows especiales) han dedicado largos espacios de sus noticieros para hablar de la muerte de Michael Jackson. Incluso programas, por cuyo perfil editorial no deberían, lo ha hecho. De otros hechos, nada.
La prensa, sobre todo la televisión (que es el medio por el cual se informa la mayor parte de la población) se ha encargado de bombardear y monopolizar el contenido de la información mediante una redundancia exagerada acerca de la muerte del ídolo pop, generando entropía y ruido.
¿Sabrá la gente qué es lo que pasa con el precio de los combustibles, el desempleo, los procesos a parlamentarios por irregularidades? ¿Sabrá que ocurrió un golpe de Estado en Honduras?
Más allá de las posiciones políticas, las opiniones que se tengan, y las causas y trasfondos del golpe en Honduras, lo cierto es que los chilenos “en general” ni se han enterado y parece que “no les interesa” saber qué ocurre en dicho país.
Algunos dirán que es por la distancia, o porque se trata de un “país bananero” y nosotros somos los “ingleses de América”, etc. Otros incluso, probablemente dirán que el golpe se justifica, que es una medida necesaria, etc. Otros dirán que la muerte de Michael Jackson es mucho más importante, etc.
Lo concreto y probable es que la mayoría sí sabe que Michael Jackson murió y todos conocen los entretelones del hecho. La prensa no ha dejado espacios para no saberlo.
Y en eso no hay nada malo. Algunos probablemente eran más fanáticos que otros y es válido que todos quieran saber qué pasó con su ídolo o el cantante que escucharon de niños.
El problema radica en que la prensa –una vez más- ha logrado reducir los espacios de realidad y necesidad de los sujetos en términos informativos. Una vez más también ha logrado determinar qué es importante y qué no para los ciudadanos.
Un fin de semana completo de información monopolizada ha reducido la realidad de un importante número de sujetos a la muerte del cantante. Ahí radica la falla y el riesgo, puesto que entonces, un golpe de Estado, donde se censuran medios y se aplica la violencia contra civiles, es visto por la mayoría de las personas como algo sin importancia noticiosa, del que ni siquiera vale la pena enterarse.
La prensa –ahora con la muerte de Jackson- ha logrado generar una nueva especie de sedante informativo en la ciudadanía. No hay otra realidad que la que se vive en Bel Air. Y sin embargo, es una realidad mucho más ajena de la que probablemente se vive en Honduras.
La prensa –ahora con la muerte de Jackson- ha logrado generar una nueva especie de sedante informativo en la ciudadanía. No hay otra realidad que la que se vive en Bel Air. Y sin embargo, es una realidad mucho más ajena de la que probablemente se vive en Honduras.
Es más, la prensa frente a dos hechos similares (Irán y Honduras) e igualmente graves, actúa de forma distinta, por un tema ideológico.
Este fin de semana, la prensa chilena ha demostrado que dedica pequeños espacios para informar y educar. La mayor parte lo usa para entretener, entretener, entretener, entretener, entretener, entre, ent, en, eeeee…(alienar).
Este fin de semana, la prensa chilena ha demostrado que dedica pequeños espacios para informar y educar. La mayor parte lo usa para entretener, entretener, entretener, entretener, entretener, entre, ent, en, eeeee…(alienar).