Funar las elecciones municipales interrumpiendo el proceso de cualquier
forma es algo antidemocrático y autoritario. Ir a las urnas y votar nulo es lejos
lo más democrático y revolucionario. Los jóvenes eligen.
La vocera de
la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), Eloísa González, llamó
a “funar" las elecciones municipales del 28 de octubre, debido a la "nula
respuesta de la clase política" a las demandas estudiantiles.
La ambigüedad
del emplazamiento –sin definir cómo sería la funa- ha dejado a los estudiantes
en edad de votar entre una posición tremendamente antidemocrática que no
obstante igual fortalece al poder, o una muy democrática e incluso
revolucionaria.
Hablando de
Democracia en la Fundación Balmaceda con jóvenes estudiantes secundarios,
surgió el tema del llamado a funar las elecciones hecho por la ACES. En mi
opinión, la “funa” será de índole totalmente antidemocrática si se efectúa mediante
coacción o interrupciones del proceso que ejercen otros ciudadanos; o puede ser
de índole tremendamente democrática si los estudiantes deciden ir a las urnas y
anular sus votos.
La funa
mediante acciones coactivas, tomas, interrupciones, da pie para que la clase
política una vez más reitere que a los jóvenes no les interesa la política, que
no valoran ni entienden la democracia, y que no respetan los derechos de otros
ciudadanos. Por tanto, sus demandas y acciones responden a cuestiones
viscerales. El poder en este caso, se ve fortalecido en todo sentido.
La funa
votando nulo o como les parezca, demuestra que los jóvenes sí valoran la
democracia, la quieren mejorar, pero que las opciones electorales y partidarias
en competencia no los satisfacen porque no los representan. El poder, igual que
en Ensayo sobre la lucidez de Saramago, quedaría en jaque.
Siempre es
más contundente un gran número de votos nulos, que un gran número de
abstenciones, porque el voto nulo implica interés en el proceso democrático,
implica valores democráticos, pero falta de representatividad de los actores en
el juego electoral. La abstención en cambio puede interpretarse de diversas
formas, las más comunes como desinterés, flojera, ignorancia, etc. Sí a la
abstención le sumas interrupciones del proceso, es claro que se interpreta de
la peor forma.
Esta semana,
la vocera de la zona norte de la ACES, Eliana Saavedra dijo que no harían tomas
de locales de votación en las elecciones, y agregó que “se van a usar otras
estrategias, otras acciones que serán igual de importantes, acciones mediáticas".
Queda la duda
con respecto a cuáles serán esas acciones. Aunque ¿Qué más mediático y
revolucionario que un gran número de votos nulos en la próxima elección?
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